martes, 29 de junio de 2010

EL ESPERPENTO DE LAS GALAS DEL DIFUNTO (2003)

EL ESPERPENTO DE LAS GALAS DEL DIFUNTO
Don Ramón del Valle-Inclán
Dirección: José Ramón Castillo

En alguna ocasión Azorín escribía, “¿Qué se necesita para que una novela dialogada sea esperpento? Ante todo, un aire de sarcasmo, de profundo sarcasmo. Y después un tantico de caricatura.” Los Esperpentos, son una burla a los frenesí de la vida, a los caprichos y a las restricciones, por absurdo que parezca el esperpento es necesario en lo cotidiano.
Martes de Carnaval, es el grupo de obras denominadas Esperpentos, escritas por Don Ramón María del Valle-Inclán, entre 1921 y 1927: Esperpento de Las Galas del Difunto, Esperpento de los Cuernos de Don Friolera, Esperpento de la Hija del Capitán y ¿Para cuando son las relaciones diplomáticas?
El Esperpento de la Galas del Difunto, es la una de las piezas que se desarrolla en la “Casa del Pecado” , con personajes como La Bruja de los Mandados, La Daifa, Juanito Ventolera y la Madre Celestina. El encuentro entre Juanito Ventolera y la Daifa, personaje masculino que es una similitud al Don Juan de José Zorrilla, burlador de mujeres, seductor, engreído, encantador y mentiroso, logra una simpatía inmediata. Valle-Inclán alcanza una excelente definición en el trazado de este personaje que logra cautivar a la Daifa con las historias de la Guerra de Cuba. En primer punto, la búsqueda de la satisfacción sexual a través del engaño. La Daifa es la hija del Boticario, esta fue desalojada de su hogar por el camino que tomó. El punto de inicio de esta obra la define una chispa de seducción. El juego de la máscara queda traducida en una mentira y continúa avanzando hacia una el final de manera que los engaños se mantienen y logran su cometido.
Don Ramón María del Valle-Inclán es uno de los escritores de la lengua española, más prolífico, se le considera como un hito dentro de la literatura, y como el modificador mas influyentes en los poetas de la España y América de la primera mitad del siglo XX. Por ello el Grupo Experimental de Teatro UNET se propone el reto de asumir un autor de factura internacional y clásico para realizar un montaje que se despliega en una estructura de experimentación escenográfica, donde se maneja el distanciamiento con actores que se visten en escena y personajes fantásticos que logran entrar en el público como el caso de la Bruja y el Gato y la complicidad en sus fechorías. El trabajo procura al máximo mantener la fuerza del lenguaje de Valle-Inclán y se dispara concretamente hacia el erotismo y el culto a la muerte.
La sexualidad se mantiene, la escatología es perenne en la obra y todo conlleva a la muerte como punto de purificación o de fin. Es bueno comenzar por el final, nacer de la muerte, el hecho se comprende mejor. En la poética de Valle-Inclán la muerte es el punto de partida para el enredo del nudo dramático.

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